A la historia hay que consultarla continuamente, es la que nos da directrices sobre el quehacer colectivo en beneficio de la mayoría. Nos guía para evadir los excesos y abusos de antaño, y nos marca las razones del que debe ser nuestro actuar como servidores de la nación.

Históricamente se registran luchas reivindicadoras de los intereses populares, pero también las contradicciones cuando se cambiaron por intereses particulares en beneficio de los oligarcas.
Aquí en este recinto se atestiguó la historia del nacimiento de una república federativa contra el imperio unipersonal y monárquico. Guadalupe Victoria luchó por la independencia del lado de los Insurgentes, pero en las discusiones sobre qué forma de gobierno seguía después del virreinato colonial español en México afloraron las contradicciones por no profundizar en la justicia que el pueblo reclamaba. Aún más, para aderezar el complejo comportamiento histórico de las grandes revoluciones, Antonio López de Santa Ana, sí, el traidor vende patrias, fue de los primeros en llamar la atención reclamando que la independencia del naciente México diera lugar a un gobierno semimonárquico y postulaba echarlo completamente abajo con la creación de una República. De ahí que naciera la popularidad de la que gozó en los primeros años del México Independiente. Sin embargo, como bien conocemos pronto Santa Ana, a quien algunos conservadores llegan a idolatrar, traicionaría esos principios que dieron lugar a las entidades federativas y se reeligiría constantemente hasta ser capaz de vender a su patria. Desde luego, en ese Inter, Guadalupe Victoria fue destituido, surgió Vicente Guerrero y por las siguientes décadas sufrimos vaivenes incluyendo una invasión norteamericana en 1847. ¿Qué sucedía? Bueno, no soy un gran historiador y las conclusiones pueden resultar polémicas, pero algo que salta a la vista es que a algunos insurgentes les costaba transformar de fondo el sistema colonial al que nos sometieron por siglos, no quisieron seguir los sentimientos de la nación promulgados por Morelos a profundidad. Se declaraba la abolición de la esclavitud, pero esta todavía existía en el Porfiriato, no se aplicó a fondo para beneficiar a los indígenas como Hidalgo propuso.
Aquí resumir la historia no aplica, el análisis es rico para darnos idea de lo que sucedió, pero a falta de tiempo, podemos visualizar que la República sin democracia, sin atender las necesidades del pueblo, ejercer el poder por el poder sin darle el sentido popular al mandato constitucional nos llevará a cometer esas contradicciones. Hasta hubo una revolución en México ¿contra quién? Contra Porfirio Díaz que antes era un general que nos defendió contra una invasión en nuestro país. ¿Qué se le olvidó a don Porfirio? La democracia. Y luego vinieron los revolucionarios con sus contradicciones, nuevamente omiten transformar a fondo el sistema político social y económico. Hacen a un lado a quienes lo reclamaban, asesinan a Zapata y Pancho Villa.
Por eso, en esta cuarta transformación, no debemos ir hacia atrás. Y eso es lo que ahora a nosotros nos distingue de los conservadores, de los que quieren regresar por sus fueros. Nosotros queremos seguir transformando, consolidando la transformación del lado del pueblo. Queremos reformar los poderes fácticos que prevalecen, que fueron alimentados en una república pero lamentablemente alejada del pueblo. Por eso nuestro Presidente de la república en 5 días enviará al Congreso de la Unión las iniciativas que nos permitirán avanzar en la transformación de fondo. Cuenta con nuestro apoyo.
Viva la República,
Viva la Democracia
Viva la Cuarta Transformación
Con el pueblo todo, sin el pueblo nada

Cuitláhuac García Jiménez